Me miras, te miro,
y entonces somos dos lunas, dos peces perdidos en cielos distintos,
porque no había nada mas bonito que perderse en el profundo sueño de tus ojos, mirarte cada segundo y planear cada uno de tus cabellos en el siguiente movimiento en vano y todo mientras me invade el éxtasis de sentir que eres mio, solo mio y tener que vivir soportando la tortura del mar no visto,
del cual puedo salir a respirar y no verte mas.
Me miras, te miro y suspiro...
Porque te prefería de insomnio, porque te prefería real.
Porque nos habíamos vueltos muchos en el mismo sueño
y ya era hora de despertar.