Tengo que aprender que mis huesos no son perfectos,
que mis delicadas ondas de cabello que se forman durante el invierno no vivirán mas de una tarde,
y que el jean que tanto me gusta porque es ostentoso ante mis piernas no sera de mi talla por mucho tiempo.
Debo recordar que a veces tu sonrisa es un amargo vino que comparto con tu ausencia,
y que compartimos el mismo cielo, el mismo planeta, el mismo universo, el mismo auto bus,
y que tus labios se sonrojan ante la caricia de un frío acogedor.
Tu fantasma se queda conmigo mientras me maravillo con la idea de compartir la misma almohada que un día nos vera despertar, mientras miró tus ojos y el olor del café se disipa en el ambiente.
Es complicado seguir creyendo que andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
Genesis ♥